A la gente le parece ridículo que yo lleve en el baúl del auto, un par de zapatos extra a los casamientos o fiestas de esas que duran (o pueden llegar a durar) toda la noche. Pero no entienden que si se te rompe un taco o se corta una tirita (esa única tirita que atada al tobillo sostiene todo tu pie, o en el caso de ser una ojota, la única tirita en la que enganchas tu dedo gordo), te arruina la fiesta y te tenés que quedar sentada toda la noche.Descalza no podés estar porque, por un lado, es un asco el pegote que queda en el piso después de que el tío borracho de la novia, descorchó una botella de champagne y se hizo el loco haciendo "cascadita" y, en segundo lugar, es muy peligroso por los restos de vidrio que pueden quedar en el piso después de que algún otro tío borracho rompió una, dos o más copas.
A mi me parece más ridículo, colgar en la ventana, del lavadero por ejemplo, (o en cualquier otra), macetas (con esas "armaduras" de hierro con ganchitos para colgar en la reja de la ventana) y tener que sacarlas a las corridas cada vez que se larga un diluvio de aquellos como los que ultimamente caen en Bs. As. y al otro día, cuando sale el sol, tener que volver a colgarlas porque si las dejás en el piso, las pisas, te tropezás, o si no las pisás ni te tropezás , igual molestan ahí abajo, entre el tender, los baldes, los trapos de piso y el canasto con la ropa sucia.
Cuando vivía sola no tenía plantas. No es que no me gustara el verde o la naturaleza, pero evidentemente, en ese momento de mi existencia, no estaba en condiciones de cuidar algo que tuviera vida. Si ahora viviera sola, creo que sí, que tendría plantas, pero no las colgaría en las rejas de las ventanas. Ni del lavadero ni de ningún lugar.