sábado, 25 de agosto de 2007

Ella y los nombres IV

Ahora también se pusieron de moda nombres que por ejemplo, en Mapuche, quieren decir Viento, Fuerza, Mar. Se preguntaba, si el significado era lo que les gustaba, por qué no les ponían a sus hijos directamente así: Viento, Fuerza, Mar. Quizás no estaban permitidos como nombres de personas, como antes pasaba con Lola, pero ella, eso no lo sabía.

viernes, 24 de agosto de 2007

Buenos Aires me mata.....

..........de sueño.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Velar a la muñeca

Era un departamento demasiado chico. O más bien, chico en relación con la cantidad de cosas que había adentro. En uno de esos cuartos, que se veía aun mucho más chico, para las muchas más cosas que lo habitaban, había una cómoda, típica de esas de antes, con cajones y un vidrio que cubría toda la superficie de madera. La gente en ese espacio (entre el vidrio y la madera), suele poner fotos, la estampita de algún santo (el de "las causas urgentes" por ejemplo), o el recuerdo de los bautismos y las comuniones de nietos propios y ajenos.

En la cómoda y en las paredes de ese cuarto, había fotos de mis dos tías abuelas maternas (las dos que hoy están vivas), de cuando eran jóvenes. Velaban, en una de esas fotos, a una muñeca articulada (al mejor estilo Barbie), que era la réplica de una vedette devenida en actriz y gurú de Sai Baba, que había formado parte de "las chicas del" capocómico que murió al caer desde un balcón frente al mar, que ante tremendo espectáculo, se quedó perplejo.

(Aún recuerdo los puestos de diarios y revistas de ese año, de ese verano, plagados con fotos que lo mostraban a él, tirado en el suelo, y de cómo me impresionaron sus ojos, esa mirada desorbitada, de cuando la muerte aparece de repente, sin avisar, te sorprende, te encuentra dormido).

En las fotos, mis dos tías abuelas, ponían cara de "no somos nada", "a dónde fuimos a parar" o " qué se le va a hacer". Ellas lo sabían: el velorio era una parodia, de hecho, la muerta era una muñeca articulada, (con su larga cabellera rubia, platinada, atada en una colita bien alta, prolija, super tirante), que ni siquiera sabía lo que era estar viva.

Y dentro de esa parodia, vestían más para un casamiento al aire libre que para un velorio: vestidos blancos con flores de colores. Los labios de rojo intenso, verde, rosa y celeste, en los ojos, peinados recogidos, inmortalizados con cantidades exageradas de spray.

Yo era muy chica (tendría cinco o siete años) y al entrar a ese cuarto atestado de cosas (entre tantas, también había una jaula en la que "vivía" un canario de peluche), no entendía al ver las fotos, cuál era el sentido de "jugar" a velar a una muñeca que nunca había nacido.

En el living de ese mismo departamento, otros familiares míos (que no reconozco) discutían sobre unos negocios familiares. Creo que uno de ellos, era uno de los sobrinos que le debe plata a una de mis tías; la otra (tía mía) es su mamá.

Mi hermana tiraba una botella de Coca Cola de colección (muy linda, redonda, edición limitada) porque estaba vencida.

Mamá tardaba horas en poder estacionar su auto en una de las veredas de la plaza de Villa del Parque. Yo me desesperaba. En la plaza, había una feria.

No se si fue en este sueño o en otro, pero uno, que era muy amigo mío, y del cual estuve enamorada durante muchos años, creyendo que era el amor de mi vida, aceptaba que en un almacén de barrio, (de esos con jamones colgados y pilas de latas, de cuando las galletitas no se vendían en paquete, con un agujero con papel celofán por el que podías espiar las bocas de dama bañadas en chocolate, las pepitas, los anillitos de colores), le dieran un vale para lavar su auto, en lugar de una botella de bebida. Sigue siendo un pelotudo: de qué carajo me sirve ese vale (que se parece más a un boleto de calesita) para el lavadero cuando muero de sed y lo único que necesito es agua. Acaso no sabés que siempre temí morirme de sed. Qué bien hice en desenamorarme de él de la noche a la mañana. Y además ese vale no nos sirve para nada: yo nunca tuve auto y vos acabás de venderlo.

Intimidad

A ella se la puede conocer............por lo que subraya en los libros que lee, también se la puede conocer.

Y que lean lo que ella resalta, en los renglones que se come en épocas de bulimia literaria (y sed de letras) , siente que es un poco como que la vean desnuda, que la escuchen llorar, que la espíen cuando habla sola...........

Contraste

No es lo mismo caminar allá: el silencio, el aire puro, los pajaritos; que acá: el ruido de los autos, el humo, las bocinas..........

lunes, 20 de agosto de 2007

Conclusión

A veces el amor, no tiene remedio.

Enfrentar a la tristeza

No es bueno hacerle frente a la tristeza, escudándote con una botella de licor. Porque es de vidrio. Y se rompe. Y quedás despojada de protección. Y después..............después es mucho peor.

Y la que se rompe, sos vos.

Despecho

Sabés que te merecés vos? Una estudiante "para contadora". Por qué "para" (contadora)? Yo no digo: "estudio para abogada", o "estudio para ingeniera". Se dice: estudio abogacía o estudio ingeniería.

Teñida de rubio, con blusas de seda color rosa viejo, con bordados absurdos (y en letra de caligrafía) en el mismo tono. Sandalias blancas, con taco ancho (especialmente ordinarias) con medias con bombacha con costura. Eso que queda tan mal y da tan frígida (medias de nylon, con sandalias, si son con costura, peor). Debiera llamarse Gabriela o Cinthia (así, con "th") y en la intimidad, sorprenderte con conjuntos de gasa y encaje de mala calidad, en un rojo sin pasión, bombacha con tiritas que se coloca bien arriba de las caderas, como las vedettes de las películas de antes, corpiño con aro, sintético, de esos que se venden por catálogo y que seguro ella le compró a la esposa del señor de seguridad que trabaja en el estudio en el que se entrena, por medio de una pasantía, "para contadora".

Vos te merecés eso, y cosas mucho peores.

Pero no a mi.

domingo, 19 de agosto de 2007

Felices los niños

En la casa de la abuela estábamos mamá, mi hermana, el que en ese momento era mi novio, y yo. Comíamos.

Sonaba el teléfono y atendía él. Al cortar decía _"no era nadie". Se reía, como se ríen los estúpidos que mienten cuando se traen algo entre manos. Yo no le creía. Iba resuelta hacia el aparato de teléfono, que además era un fax con visor, y veía el número del cuál habían llamado: 4904-0404. Decidí llamar yo a ese lugar para averiguar quién era y qué quería. Se escuchaba una voz grabada: "Usted se ha comunicado con la fundación felices los niños"...............Mientras apoyaba el tubo del aparato, absorta, pensando en cómo sería la felicidad de esos niños, por la ventana de la cocina veía pasar a Laurita, la hija de Pitu, la vecina de la otra cuadra. Doce años y un cuerpo de mujer: caderas, espaldas, pechos, todo grande. Tan bien desarrollada y yo con mis
veintiún años, parecía de catorce. ¿No te das cuenta de que ya pasaste los veinte y todavía tenés cuerpo de nena?, me decía, me criticaba, se enojaba, él, el que era mi novio. Y se reía, con esa risa igual de estúpida de cuando atendía el teléfono y mentía: "no era nadie".

Yo llamaba a emergencias, a un lugar de ayuda para animales, porque mi perra, (que estaba encarnada en la que era, muchos años antes, la de mi abuela), "hace horas que no come, mi perrita, la Yapa, no comió más señor", le decía yo desconsolada, a la persona que atendía a la madrugada urgencias caninas.

Felices los niños.
Infancia.
Felicidad?

La Yapa, "que no comió más".
Y vos, qué comes? Lo que sobra, lo que te dan de más. Como premio o como lástima?

Laurita no tenía esos problemas. Ni ese físico tan característico de las que se suicidan (de manera encubierta).

La mentira.
La desconfianza.

49
49
49
ese paraíso soñado. Y por suerte o por desgracia, perdido.

sábado, 18 de agosto de 2007

Ella y los nombres III

De varón le gustaban los nombres Gastón, Federico.............Gastón era su pez, Federico, su gato. Algunos se indignaban con ella: _¿por qué les pones nombres de personas?. Pero eran esas mismas personas, las que llamaban a sus hijos, Violeta o Jazmín, que son nombres de flores. Los llamaban Azul, Rosa o Celeste, que son nombres de colores. O directamente, y lo que es peor, León o Paloma, que son animales. Cómo podían molestarse por su pez Gastón o por su gato Federico, se preguntaba ella.

jueves, 16 de agosto de 2007

La loca (?) del bar de la calle Boulogne Sur Mer

Ocupa una mesa de dos, pero esta sola. Yo también estoy sola, pero ocupo una mesa de cuatro. (Miro a mi alrededor, por ahora, sobran algunas mesas, nadie me dice nada, si me lo llegan a pedir, me cambio a una más chica).

Tiene mal aspecto. El pelo atado de manera desprolija en una cola que había sido alta y que ahora le rosa el cuello de la camisa, blanca, semi desabrochada. Unos mechones de lo que habría sido un flequillo, caen deliberadamente sobre su frente. Esos pelos sueltos me molestaban a mi, en sus ojos, al punto de tener que entrecerrar los míos y hacer gestos con la manos para quitármelos de mi cara. De la suya.

Habla con alguien a quién no tiene enfrente. Mientras toma, haciendo ruido, lo que queda del café que pidió (que ya debe estar frío), en ese pocillo manchado (no entendés cómo no se les ocurre, cada tanto, ponerlos en un tacho con lavandina). Le deja el rogue marcado. (Detestás eso).

Fuma. La prueba de que ya se fumó varios cigarrillos antes, está en ese cenicero que rebalsa de colillas y cenizas (nadie se lo cambia por uno limpio). Cuando el médico me pregunta si fumo y le digo si: un cigarrillo cada dos o tres semanas, o paso tres meses sin fumar, prendo algún otro, y de nuevo, nada por otras semanas más, él me dice: "señorita, eso no es fumar".

_"Agárrenla a esa puta reventada. Quién es acaso esa periodista?, le dice a su interlocutor invisible (al menos para nosotros, ella lo mira...........volvés a mirar, acaso hay alguien sentado ahí, frente a ella............. a los ojos lo mira). Y termina su frase, sentenciando: _"Siempre cogió con un judío".

Pide la cuenta. Paga con un billete grande y deja el vuelto de propina (aunque el mozo no se dignó a cambiarle el cenicero lleno por uno limpio).

Se va cargando en una mano, carpetas de las que asoman, en un gesto de rebeldía, hojas. Rotas. Con la otra (mano) se abrocha los botones de la camisa. Se le ve la bombacha.

Yo paso una servilleta por el borde de mi taza, ahí justo a donde apoyo mis labios para tomar este cortado que no tiene "más leche que café", como pedí. Ruego que nadie la haya manchado con rogue antes.

Hablo con..................pensás que quizás ella hace mejor que vos, en hablar directamente en voz alta (con nadie) en lugar de pensar tanto en voz baja y atormentarse con pensamientos..........Pido la cuenta, (dejás solo el diez por ciento de propina "reglamentaria" sólo porque sos camarera y sabés cuanto se la espera).

Me paro. Agarro mis cuadernos. No me abrocho nada porque mi polera no tiene botones. (Además no usás camisas).
Chequeo que no se me vea la bombacha.
Y me voy.
Perdida entre mis pensamientos. (Encontrados).

martes, 14 de agosto de 2007

Buenos? Aires

Me aguantará otro (hombre), que no sepa cocinar? Que sea tan desequilibrada y llore (por todo)? Que chequee treinta (y dos) veces si cerré la puerta con llave, y mire fijamente durante diez minutos las llaves de las hornallas de la cocina, para corroborar que las cerré todas? Que le haga, tres, cinco o siete nudos, a la bolsa de basura cuando la saco a la calle porque "si o si", tiene que ser número impar (el nudo)?.................Que aunque salgamos a sólo tres cuadras de casa, lleve en mi cartera, barritas de cereal o bollitos de pan de salvado, "por si nos demoramos y me da hambre"?

Me dejará respirar otro (hombre), así? Tanto, que ya es demasiado, y entonces me asfixio o me ahogo, o no se cómo se le llama al exceso de aire que cuando a uno le entra, sentís también como si te faltara, y es tan grande la cantidad que uno:
se hincha
se infla
y explota
y estalla
y se rompe.
Chau.

lunes, 13 de agosto de 2007

Ella y los nombres II

Ella no entendía a la gente que decía que Soledad era un nombre triste......con lo que a ella le gustaba estar en "soledad". Además, habría que averiguar el significado de "Soledad", como nombre, pensaba. Por ahí quería decir algo lindo, como jardín, flores o algo de Dios, pero ella no lo sabía.

Soledad también le gustaba, pero si fuera para ella, elegiría Solitaria. Ese le gustaba más.

viernes, 10 de agosto de 2007

Pasiones (encontradas)

Y le fascinaba quedarse horas y horas observando a Gastón, su pez "peleador", que a falta de un compañero como él, desplegaba sus aletas frente al espejo que le habían colocado en la pecera, como no entendiendo que de esa manera, luchaba contra él mismo.

Ella antes también luchaba contra ella misma. Ahora no niega sus miserias, pero está más relajada, tratando de aceptarlas, de aprender a convivir con ellas.

Y le apasionan los peces, esa mariposas del agua.

jueves, 9 de agosto de 2007

Y un día despertás.....

......y descubrís que la migraña que te atormentaba desde hacían tres días, ya no está más.
Y sonreís frente al espejo, con una sonrisa que creías perdida para siempre, debajo de ese manto gris que cubría tu cerebro.
Y te relajás, y se te despeja el entrecejo.
Y respirás (nuevamente) .

Pero hoy no es ese día, y esta migraña sigue y sigue machacándote (machacándome). Y no podés entender como esa chica, flaca y desgarbada escribía "Diario de una Migraña", y era capaz de recibir en su casa a las cámaras de ese noticiero del mediodía y al notero que la entrevistaba para que ella contara cómo se sobrellevaba la vida en días así, migrañosos. Cómo podía escribir ese diario, recibir a esa gente, soportar las luces de las cámaras, si vos en días como esos, apenas lográs sobrevivir.

martes, 7 de agosto de 2007

Así funciono

Cuando descanso en la armonía del amor, desatiendo mi creatividad. Y se duerme.

Sólo la indiferencia del amor tormentoso despierta mi arte. Y lo potencia.

domingo, 5 de agosto de 2007

Ella y los nombres I

A ella le gustaba lo de los nombres. Hacía listas con nombres de hombre y de mujer, y las guardaba.

Hay nombres raros ahora, pensaba: Luana, Zoe, Uma, que se pusieron tan de moda. Y volvieron "los de antes": Catalina, Paulina, Antonio, Lucio. Esos nombres los usaba ella cuando, de chica, se disfrazaba y jugaba con su amiga Eloisa a ser señoras grandes, tías, abuelas.

Ella estaba contenta con sus dos nombres, aunque muchos le decían que, los dos juntos, sonaban a telenovela venezolana. No le molestaba, al contrario, "tengo nombre de culebrón", pensaba.

Ella estaba contenta con sus nombres, pero había uno que le encantaba, era Dolores. Pero sólo porque a las Dolores les decían Lola. Ahora directamente le gusta el nombre Lola, que claro, duele menos que Dolores.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Poesía ganadora

Con esta poesía (que escribí cuando tenía 14 años), gané una "Segunda Mención" en el primer concurso de literatura al que me presenté (cuando ya casi cumplía los 32).

"DESDE MI VENTANA"

Mirar por la ventana
es lo que me gusta hacer,
cuando me pongo el pijama
y empieza a anochecer.

Por una persiana entreabierta
entre la luz y la sombra
puedo espiar a los ángeles
mientras juegan a la ronda.

Ver a la luna jugar
a la mancha con las estrellas ,
piedra libre señor sol
detrás de la nube aquella.

El cielo azul y estrellado
me mira un poco intrigado,
cuando se pone molesto
lo miro y le hago un gesto.

Alguna que otra gotita,
se escurre sobre mi ventana,
todos se van a dormir
con un beso, hasta mañana.

Y al llegar la noche oscura
envuelta en papel de seda,
yo cierro mi ventana
y me voy para la cama.


Ana Carolina Galli
1989