lunes, 5 de marzo de 2007

Mail a Mirén (que nunca le envié)

Mirén: ¿Cómo estás? Yo ya regresé de Mendoza y estoy de vuelta (desde el 28/2) en "la gran ciudad". Al lado de ese "pueblo sin cine" , esto es como New York.
Hubiera ido directo del aeroparque al diván pero no daba; tenía que dejar la valija (con sus 11 kilos de excedente) en casa. El bolso de mano lleno de todas esas cosas innecesarias adentro: el libro, por si el vuelo hacía escala en algún lugar y me aburría demasiado; el saquito "por si refresacaba"; el abanico de mi abuela, por si moría de calor; la botella de agua, por si en el avión se terminaban todos los bidones; la pinza de depilar; el espejito; el alicate; la colonia para bebés; las gotas para los ojos (viste que siempre se me caen las pestañas y entran directo a mis ojos?); la barrita de cereales, por si me agarraba hambre en esa escala que imaginé eterna; el cuaderno por si me inspiraba; los medicamentos para las náuseas del viaje...........Ligera de equipaje no puedo viajar. Lo que es material, no puedo evitarlo. Las otras mochilas estoy tratando de descargarlas pero, ¿por cuáles se empieza? ¿Primero lo de afuera para poder "vaciar" lo de adentro o al revés?
Quería llamarte para ir chequeando si estabas acá, atendiendo, o de vacaciones, pero no puedo organizarme esta semana debido a los controles médicos, consultas, tratamientos.....no anduve bien de la columna en Mendoza, ni aún con el clima seco que es (era, parece) medicina para mí.
Por eso me pongo en contacto por esta vía y para no preguntar si "está bien o mal" que le escriba a mi analista, pregunto...........¿corresponde o no corresponde?, ¿es desubicado que lo haga?
Igual no te lo envié. Llamaré al consultorio en estos días.
Cariños,
Carolina.-