viernes, 10 de agosto de 2007

Pasiones (encontradas)

Y le fascinaba quedarse horas y horas observando a Gastón, su pez "peleador", que a falta de un compañero como él, desplegaba sus aletas frente al espejo que le habían colocado en la pecera, como no entendiendo que de esa manera, luchaba contra él mismo.

Ella antes también luchaba contra ella misma. Ahora no niega sus miserias, pero está más relajada, tratando de aceptarlas, de aprender a convivir con ellas.

Y le apasionan los peces, esa mariposas del agua.