Cuando amás a un hombre malo, sufrís.
Y si sufrís, no tenés hambre.
Y si no tenés hambre, no comés.
Y si no comés, adelgazás.
Mucho.
Mucho son como siete kilos.
Como siete kilos menos de vos por la vida, esparcidos vaya uno a saber dónde.
Siete kilos menos de tu cuerpo, de tu esencia, de tu materia.
Siete kilos menos de mi, que se me perdieron.
(Y no los puedo encontrar).