Cuando se te congelan así los dedos de los pies, y se te "mueren", no podés pensar, no podés avanzar. Como cuando no podés decir todo lo que sentís: se te (y te) estancan las palabras no dichas.
Mientras (los que sí pueden decir todo lo que tienen adentro) sacan fotos, se reúnen en las plazas a donde están los medios de televisión, saludan a las cámaras y juegan a tirarse bolas de nieve.
Los techos de las casas, los autos, los árboles, los caminos, todo, absolutamente blanco. Blanco, blanca, así querés tener tu mente pero sólo lo lograrás cuando tus pies vuelvan a ser tuyos y puedas seguir avanzando.